COSTILLAS CON GLASEADO DE TERIYAKI SOBRE CREMA DUBARRY
El nombre del plato puede sonar muy sofisticado, pero la realidad es que es un plato súper fácil de preparar. Solamente pensar en cómo esa carne cocinada a baja temperatura se deshace en tu boca, acompañada de una sedosa crema de coliflor y el intenso sabor del teriyaki, ya te hace salivar sin parar. Te apetece ser feliz?? Pues venga, que tu puedes!!
INGREDIENTES:
1 costillar de cerdo
75ml de salsa de soja
2 cucharadas de vinagre de arroz
1 cucharada de azúcar de caña
2 dientes de ajo machacados
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
1 cucharada de maicena
1 cucharada de agua
PARA LA CREMA DUBARRY:
300 grs. coliflor
1 puerro
1 cebolla pequeña
250 ml. agua
250 ml. leche
Sal
Pimienta blanca
Nuez moscada
ELABORACIÓN:
Mezcla los ingredientes para marinar, introduce la carne una bolsa de autocierre, añade la marinada y conserva en frío durante ocho horas.
Precalienta el horno a 120º (arriba/abajo), saca la carne de la bolsa, escurre el exceso de marinada (resérvala), introduce la carne en una bolsa de asar, cierra y hornea durante 4 horas.
Pasado este tiempo, saca las costillas, colócalas sobre la bandeja del horno, pincela con la marinada reservada y hornea en función grill a 220º diez minutos.
Se quedarán unas costillas crujientes por fuera y súper jugosas por dentro (el hueso se desprenderá fácilmente). Mientras, prepara la crema dubarry.
Lava bien las verduras, pela y corta en trocitos para cocerlas en el agua durante 30 minutos.
Una vez cocidas, pásalas por la batidora y añade la leche, pon al fuego durante unos minutos, sin dejar que hierva.
Para el emplatado:
vierte un cazo generoso de crema en la base del plato, coloca las costillas glaseadas por encima y adorna con un poco de puerro crujiente.
Ahora sí, prepárate para vivir una experiencia brutal.