UN BUEN COCIDO MADRILEÑO

… winter is coming!!!

¿A quién no le apetece un buen cocido calentito y contundente ahora que el frío ha llegado? Un guiso tradicional de orígenes humildes, legado de nuestra rica gastronomía y receta popular por derecho propio. Tengo vívidos recuerdos de los cocidos que mi abuela preparaba a fuego lento en la cocina de leña en aquellos días invernales en los que agarrar el cuenco con el caldo bien caliente era más que reconfortante. No en vano, éste es mi plato favorito y eso, créeme, es mucho decir… por algo será!!

INGREDIENTES:

300 grs. garbanzos fuentesaúco

250 grs. morcillo de ternera

150 grs. panceta fresca

80 grs. tocino blanco o entreverado

1 muslo con su contramuslo

1 hueso jamón

1 hueso espinazo de cerdo salado

1 hueso rodilla de ternera

1 chorizo

1 morcilla

1 puerro

2 zanahorias

3 patatas pequeñas

1 trocito de repollo

Sal (al gusto)

ELABORACIÓN:

Pon a remojo los garbanzos la noche anterior.

En una olla rápida, coloca las carnes (chorizo y morcilla se cocinan aparte) los huesos y el puerro partiendo de agua fría, deja que se vaya cocinando unos minutos y ve retirando la espuma que se forme.

Cuando el agua comience a hervir, añade los garbanzos (yo los pongo dentro de una malla, para luego poder retirarlos fácilmente), desde que vuelvan a hervir cierra la olla y cocina a fuego medio durante 20 mins.

En una cazuela aparte pon a cocer el repollo, morcilla y chorizo para que éstos no llenen de grasas el caldo del cocido. Una vez pasado el tiempo de cocción, abre la olla e incorpora las patatas y zanahorias peladas, deja cocinar sin tapar hasta que estén hechas.

Sirve los sacramentos troceados en una fuente, pon otra con los garbanzos y verduras.

Se puede hacer una sopa de entrante utilizando fideos fino tipo “cabellín” para tomar el cocido en los clásicos tres vuelcos, o servir el caldo en un vaso para beberlo.

Ya solo queda acompañar de unos encurtidos, abrir una botella de buen vino tinto y a morir por dios!!!