Pela las patatas y corta en lasquitas (yo las hago bastante finas) pon AOVE en la sartén a fuego medio y póchalas junto con los dientes ajos (mejor que la patata quede tierna porque al mezclarla con el huevo quedará un plato mucho más jugoso).
Retira cuando estén cocinadas y pon sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
Fríe los huevos, no eches mucho aceite sobre la yema o se secará demasiado, para que al rómpelos la yema de esa untuosidad necesaria a las patatas pochadas.
Dispón una cama de patatas fritas generosa y unos cuantos ajos fritos, emplaza los huevos fritos encima acompañados de unas lonchas de buen jamón serrano ibérico.
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Notas
Ahora solo tienes que romper los huevos, mezclar todo y llevar el tenedor a la boca… empiezas y ya no paras!!