Corta las pechugas por la mitad longitudinalmente, ponlas dentro de un recipiente y vierte la salsa de soja dentro, deja que maceren los filetes en la nevera media hora.
Prepara la salsa de limón, mezclando todos los ingredientes (menos las rodajas de limón) con una batidora, pon la mezcla en una sartén con las rodajas y deja cocinar hasta el primer hervor, reserva.
Bate los huevos con la maicena y levadura.
Saca los filetes de la nevera, sécalos con papel de cocina y pásalos por ésta mezcla de huevo.
Fríelos durante 3 mins. por cada lado en AOVE (tienen que quedar bien crujientes y dorados, pero jugosos en el centro).
Coloca sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa e incorpóralos a la salsa de limón, da un calentón a todo junto para que armonicen todos los sabores (el rebozado del pollo se impregnará con la salsa).
Para emplatar:
Sirve un poco de salsa en el plato, filetea las pechugas y coloca unas rodajitas de limón.