Vierte la harina en un bowl grande junto a la levadura y sal, mezcla bien.
Forma una especie de volcán con un agujero en el medio y echa el yogur batido en el hueco.
Mezcla, añade el aceite y ve incorporando el agua poco a poco, sin parar de amasar, la masa estará hecha cuando la puedas manipular o trabajar sin que se pegue demasiado (tiene que quedar bien lisa).
Tapa con un trapo el bowl y deja reposar media hora.
Precalienta el horno a 180º (calor arriba/abajo).
Divide la masa en dos y estírala con un rodillo hasta darle la forma deseada (redonda), pincha con un tenedor, extiende un poco de tomate triturado por encima y hornea 25 mins.
Saca la pizza, pon queso rallado al gusto por encima y las rodajas de tomate que quieras, vuelve a introducir al horno 15 mins.
Cuando queden 3 mins. para terminar, trocea la mozzarella y reparte por encima aleatoriamente, horneando el tiempo que resta.
Una vez fuera del horno, pon unas aceitunas negras, hojas de albahaca, un poquito de sal a los tomates y un chorrito de AOVE para culminar.