Saca unas rebanadas de pan de un par de centímetros, reserva.
Corta unas rodajas de chorizo (he utilizado cantimpalos picante, pero puedes usar el que prefieras… se suele dar un golpe de calor en la sartén).
Ahora, corta unas tiras de pimientos (mejor picantes, pero puedes utilizar del piquillo) saltea en una sartén con unas gotas de aceite.
Fríe los huevos de codorniz apenas unos instantes, cuidado no pasarte para que la yema quede con ese toque de untuosidad tan necesario que da un aporte brutal al pincho.
Para el montaje:
Coloca la rebanada de pan, dispón encima el huevo frito, pimiento y rodaja de chorizo.
Termina con un punto de sal en el huevo (he utilizado sal negra del Himalaya que da un toque sulfuroso y realza su sabor).
Notas
Abre un vinito o cerveza y a disfrutar de la vida. Créeme, este pincho está COJONUDO!!!